No hacer la búsqueda. Es el error más simple, más grande y más común hecho: ir a una entrevista sin haber buscado lo que implica ese puesto de trabajo o a lo que se dedica el departamento. Si optas a un puesto en un banco de inversión, infórmate de los acuerdos que haya firmado recientemente la empresa y prepárate para hablar de sus puntos fuertes.
No querer el trabajo. No ocultes que estás aplicando para un trabajo concreto solo para mantener abierta la posibilidad de acceder a otro trabajo. Está bien tener una meta en la carrera a largo, pero tienes que explicar por qué estás interesado en empezar en ese puesto, cómo encajan tus habilidades en él y cómo puede ayudarte a conseguir los objetivos de tu carrera.
Inflar el CV. No añadas al CV aspectos que vayan más allá de tu nivel. Juega limpio. Si dices que hablas un idioma fluidamente, te pondrán a prueba.
No mandar un mail de agradecimiento. Debes mandar siempre un mail de agradecimiento después de la entrevista, pero no digas literalmente «gracias». El mail debe ser corto y concreto. Aprovéchalo para solidificar tu discurso. Dí que aprendiste mucho y que estás ilusionado por el puesto. ¡Que se note un interés sincero!
No preguntar. No hay excusa para no preguntar nada al entrevistador. Hay que preguntar incluso cuando no tienes ninguna duda. Pregunta sobre algo que se haya mencionado en la entrevista y dí que te gustaría que te aclaramos mejor un aspecto concreto del puesto.
Ser pedante. A veces hay quienes intentan sobre-impresionar, demostrando su conocimiento de una manera particular. Si es un puesto general, puede parecer que no estás interesado en nada más.
Ser demasiado causal. Muchos estudiantes entablan una buena relación con los entrevistadores y en la entrevista se confían demasiado y son demasiado casuales, hasta llegar a lo informal. Sé muy educado (esto incluye código de vestimenta), no estás quedando con un amigo. Durante la entrevista se analiza cómo te desenvolverías con futuros clientes.
Esq
uivar las preguntas más obvias. Hay preguntas que son estándar («Cuéntame algo sobre ti», ¿Por qué esta empresa?», ¿Por qué este puesto?»). Prepárate una respuesta para estas preguntas. No queda muy bien que no sepas contar algo sobre ti. Necesitas tener una respuesta que explique por qué eres diferente o por qué diferencias un banco de los otros.
Pretender que sabes algo que no sabes. Es mejor preguntar por lo que no sabes que hacerte el listo.
No ser tu mismo. Es importante que busques la autenticidad. Responde las preguntas con tus palabras, según tu forma de hablar, en lugar de parecer un libro de texto. No se trata de ser «súper simpático!, sino de ser profesional. Está bien buscar caer bien, pero sin ser informal ni maleducado.
Juan Dominguez 